jueves, 14 de octubre de 2010

Semilla

Hace algunos días ya, una amiga del alma, contó la feliz noticia: decidieron comprometerse.
Es en estos momentos en los que vuelvo a creer en el amor.
En el dar sin esperar, en el ser en el otro y con el otro. Porque se necesitan, pero por sobre todo porque se eligen, una y mil veces.
Y estoy segura que el amor tampoco escapa a las subidas y bajadas que la vida sabe tener; pero me hacen creer que con amor pueden superarse. Pueden seguir adelante, y volverse a encontrar para caminar juntos a pesar de las adversidad y por un sólo motivo: creen en esa fuerza que los úne.
Creyendo en su capacidad de dar, de amar, de entender incondicionalmente... puedo ser feliz por ella, con ella en este triunfo del amor. En el que la historia se da, fluye, sin idas ni venidas. Porque sé cuanto esperó al amor en su vida, y hoy la veo ser en él... Les deseo lo mejor, de todo corazón en este nuevo proyecto que emprenden.





Y en la bruma de las penas,
de esta burda confusión.
Se revela viva y nueva ...
la semilla de este amor.

Vuelvo a soñar , vuelvo a empezar